Top Rank y PBC anunciaron el jueves que la trilogía de peso pesado entre Tyson Fury y Deontay Wilder se reprograma para el 9 de octubre, luego de que un brote de Covid-19 reportado en el campamento de Fury forzó la cancelación de su fecha del 24 de julio. El sitio, el T-Mobile Arena en Las Vegas, seguirá siendo el mismo.
Informes anteriores indicaron que era poco probable que la pelea ocurriera antes de septiembre, y ahora conocemos el plan para la (esperanzadora) conclusión de esta rivalidad. Si la pelea hubiera sucedido en julio, habría pasado apenas un año y medio desde su última vez en un ring. Si realmente sucede en octubre, en el que personalmente no apostaría ningún tipo de dinero, habrán pasado 20 meses desde que cualquiera de los dos tuvo una pelea fuera del arbitraje.
Es difícil saber quién se beneficia o sufre más de estos retrasos aparentemente interminables, pero la sospecha y la mala voluntad de los fanáticos solo están aumentando.